¿CÓMO BAÑAR A TU GATO?

Los gatos son animales que dedican una parte importante de su tiempo despiertos a mantener la higiene de su pelaje. Se lamen, se relamen y, con sus dientes y su lengua rasposa, se retiran cualquier suciedad que se les haya podido quedar adherida. Solo abandonan esta escrupulosa higiene cuando están enfermos. Por eso, un gato sano que viva en el interior del hogar es poco probable que necesite un baño. Sobre todo si contribuimos a su aseo cepillándolo con regularidad. Si observamos alguna zona sucia o con el manto en mal estado, es buena idea acudir al veterinario para saber por qué no se lava. Puede estar enfermo.

Además, muchos gatos no son nada fanáticos del agua. Aunque a algunos les gusta jugar con el chorro que sale de un grifo abierto, es muy distinto que se dejen empapar todo el cuerpo con el agua de la ducha. El ruido, la falta de control de la situación y la superficie poco agradable que ofrece la bañera hace comprensible que conseguir bañar a muchos gatos sea una misión imposible.

En conclusión, es mejor reservar el baño en bañera para casos excepcionales o para aquellos gatos que sí lo acepten sin grandes muestras de estrés. Para los demás, tendrá que bastar con su autoacicalado, los cepillados puntuales y limpiezas locales con shampoo en seco o toallitas para gatos.

                                                  

¿SE PUEDE BAÑAR A UN GATO SIN VACUNAS?

La primera vacuna se acostumbra a poner a gatitos de unas ocho semanas de vida, con lo que, antes de las vacunas, ya hemos visto que el baño no es lo más recomendable. Si el gato es mayor pero no está vacunado o lo desconocemos, sí podemos bañarlo, de ser necesario, siempre, insistimos, con agua tibia y secándolo por completo. Eso sí, si lo acabamos de vacunar, mejor esperar unos días antes de bañarlo para no añadirle un factor de estrés.

¿CADA CUÁNTO SE BAÑA UN GATO?

La frecuencia de los baños va a depender de las características de cada gato, tanto de su pelaje como de su modo de vida. No se mancha lo mismo un gato de pelo largo que uno de pelo corto, un ejemplar con acceso al exterior que otro que no sale de un apartamento o uno enfermo que no es capaz de acicalarse por completo. Por eso no hay una frecuencia fija que sea igual para todos los gatos. Debemos adaptarnos a las necesidades del nuestro.

La recomendación general es de un baño cada cuatro semanas, tres como mucho. Una frecuencia mayor podría acabar por afectar a la salud de la piel y del pelo, al eliminar su capa protectora. Por otra parte, escoge siempre productos de higiene específicos para gatos y adecuados a las características de tu ejemplar. Si tienes dudas, consulta en la peluquería felina.

 

Este artículo es meramente informativo, en Discampestre.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar

 

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