¿POR QUÉ MI PERRO TIENE MIEDO A LOS RUIDOS FUERTES?

La audición de los perros es más sensible que la de los humanos y puede captar un impresionante rango de frecuencias y vibraciones. Es natural que tu perro se muestre muy alerta cuando está al aire libre y percibe numerosos sonidos novedosos para él (sonidos estos que muchas veces resultarán imperceptibles para nosotros). También es absolutamente normal que sienta miedo al percibir alteraciones desconocidas o violentas en su entorno, como son los cohetes, el ruido de los coches, los gritos, las peleas o los truenos.

Su instinto de supervivencia hace que, ante un estímulo desconocido que amenace su bienestar físico y psicológico, el perro intente huir o esconderse, no obstante, también puede reaccionar o quedarse inmóvil. Si no dedicamos tiempo a la socialización del cachorro con los diferentes ruidos de su entorno (entre la 3ª y la 12ª semana), es muy probable que él reaccione negativamente y se muestre muy asustado frente a los diversos ruidos fuertes o desconocidos durante toda su vida.

Si tu perro experimentó una experiencia negativa o fue expuesto de forma prolongada a ruidos que le ocasionan temor, puede haber desarrollado un trauma o una fobia. En ambos casos, el animal podrá asociar el sonido a ciertos objetos, personas, animales o ambientes, y mostrar miedo incluso cuando el sonido no está presente, pero la “fuente ruidosa” sí. Algunos perros, por ejemplo, pueden esconderse solo de ver la aspiradora o licuadora, por asociar estos utensilios con su ruidoso sonido.

Si adoptaste a un cachorro o a un perro adulto, debes estar especialmente atento si tu compañero se muestra constantemente nervioso o miedoso. Los canes que han sido aislados de todo tipo de estímulos y/o convivencia social pueden desarrollar el llamado “síndrome de privación sensorial”.

El miedo puede aparecer como un patrón comportamental que también puede ser heredado genéticamente. Es decir, un cachorro puede tener mayor predisposición al miedo o mayor sensibilidad frente a ruidos fuertes por haber heredado esta característica de sus progenitores.

TRATAMIENTO DE PERROS CON MIEDO

Por lo general, los perros que presentan un trauma o un miedo consiguen superar su inseguridad tras una desensibilización sistemática. En este proceso, intentamos que nuestro perro se acostumbre gradualmente al sonido que le genera temor a partir de la exposición controlada y recompensa de conductas deseables con el uso del refuerzo positivo. Es importante resaltar que las sesiones de modificación de conducta debe llevarlas a cabo un especialista que esté familiarizado con estos métodos, de no ser así, es fácil que el miedo aumente e incluso se convierta en fobia si se trabaja de forma inadecuada con el perro.

                                                                                            

Toma nota de los tips que te proponemos, pero recuerda que sin sesiones de modificación de conducta es imposible quitar el miedo a los perros de forma definitiva:

  • Evita dejar tu perro solo en ambientes ruidosos o en fechas en que se espera el uso de pirotecnia. Al estar solo, el perro se sentirá aún más inseguro y podrá llevar a cabo conductas destructivas en el hogar.
  • Disminuye la intensidad del ruido cerrando las ventanas y puertas para reducir la intensidad con que el ruido ingresa al hogar desde el exterior. Además, puedes poner algo de música relajante para perros en un volumen más alto que lo usual, e intentar distraer a tu perro con algún juguete de larga duración, como el kong, un hueso para roer o juguetes de inteligencia.
  • Intenta crear un “refugio”: los perros se sienten más protegidos cuando pueden refugiarse en un lugar tranquilo al escuchar sonidos fuertes o extraños. Puedes utilizar una transportadora, una casa para perros o simplemente una caja de cartón para reconfortar a tu perro con su propia “cueva”. Recuerda ubicar el refugio lejos de ventanas y puertas (donde el ruido entra con mayor intensidad) y dejar adentro de él el juguete favorito de tu perro.
  • Premia su buen comportamiento: cada vez que tu perro sea valiente y/o se comporte bien en su “refugio”, recuerda premiarlo con una golosina que le agrade mucho, caricias y voz alegre. De esta manera, favorecemos que nuestro perro asocie la presencia de un ruido extraño con una situación positiva.
  • Uso de farmacología: los ansiolíticos y demás calmantes para perros actúan directamente en su sistema nervioso. Pueden ser recomendados por el veterinario tras el diagnóstico de un trastorno psicológico delicado y complejo, generalmente para impedir que la reacción nerviosa siga dañando la salud del animal. Debemos recordar que los calmantes no deben ser ofrecidos a ningún can sin la debida orientación médica y apostar por aquellos que tienen estudios científicos positivos que los respalden.

Este artículo es meramente informativo, en Discampestre.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar

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